jueves, 19 de junio de 2025

Transformando la agricultura y conservando nuestros suelos

 


Contribuir a la restauración y conservación de la salud de nuestros suelos es un recurso fundamental para la seguridad alimentaria y el equilibrio ambiental, una práctica innovadora y vital para el futuro de la agricultura y que está siendo utilizada en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

A través de estudiantes del programa académico de Ingeniería Agrícola, la agricultura regenerativa es una práctica eco sostenible que se desarrolla en el Huerto Experimental ubicado en el Recinto Universitario Simón Bolívar en Managua, donde los jóvenes en formación realizan sus prácticas estudiantiles con el objetivo de vincular la teoría con el mundo real, es decir; aprender-haciendo.


“En la parte agronómica, la agricultura regenerativa es de mucha importancia ya que ayuda al desarrollo de microrganismo benéficos para las plantas”, comentó el Ing. Rigoberto Rodríguez Castellón, docentes del Área de Conocimiento de Agricultura de la UNI (DACA).

Además, añadió; “los hongos micorrícicos que ayudan a la protección y crecimiento de plantas, actúan durante el lapso de descomposición, haciendo que el suelo de la planta genere estos hongos benéficos y levaduras que ayuden al desarrollo vegetativo por un método de simbiosis de los minerales encontrados en la hojarasca húmeda, lo que contribuye a que produzca descomponedores, es decir, nutrientes libres de químicos”, culminó diciendo el Ing. Rodríguez Castellón


En un terreno de 200 metros de largo por 50 metros de ancho, más de 600 estudiantes se encuentran aplicando este método agronómico y que aplican directamente a cultivos de melón, pepino y cítricos, arados y sembrados propiamente por los estudiantes.

La joven Valentina Ruiz, estudiante de 4to año de Ingeniería Agrícola comentó que la agricultura regenerativa es un proceso vital para los ecosistemas del suelo, ya que son prácticas que no solo regeneran el suelo, también aumentan su capacidad para retener agua y nutrientes, “es un práctica que no solo reduce la erosión y promueve un ecosistema agrícola más resiliente y productivo, también es amigable con el medio ambiente ya que reduce el uso indiscriminado de fertilizantes sintéticos o pesticidas que atacan a plagas y enfermedades pero también deterioran los suelos”.

Desde la UNI se fomenta que futuros ingenieros agrícolas, impulsen estas prácticas para lograr una agricultura sostenible, rentable y respetuosa con el medio ambiente, porque más que una técnica; es un compromiso con el futuro de la tierra, la alimentación y la conservación de nuestros suelos para las próximas generaciones.