En la Nicaragua Libre y Bendita celebramos el mes de Julio Victorioso con la reciente aprobación por unanimidad de la Iniciativa de Ley que declara el 1 de julio como Día del Combatiente.
Esta iniciativa de ley
aprobada por los padres de la patria de la Asamblea Nacional surge como un acto
de justicia histórica y reconocimiento perpetuo a la valentía, el sacrificio y
el compromiso revolucionario de las y los combatientes nicaragüenses, quienes
han sido pilares fundamentales en la defensa de la soberanía nacional, las
conquistas populares, la lucha contra la pobreza y la dignidad de nuestra patria.
La Ley no solo reconoce el legado de los combatientes, también institucionaliza su conmemoración como un acto de unidad nacional, promoviendo: El Orgullo Militante; reafirmando los valores de coraje, patriotismo y solidaridad que definen al pueblo nicaragüense.
Como Universidad Nacional
de Ingeniería, Hija de la Revolución, nos unimos a la celebración nacional,
depositando una flor en cada uno de los monumentos existentes en nuestra
Universidad, porque en cada aula donde el pensamiento se alza libre, en cada
cuaderno donde se dibuja un sueño de justicia, vibra la memoria de quienes
entregaron su vida por una Nicaragua digna.
- Comandante “Federico”, Pedro Aráuz Palacios
- Marlon Zelaya Cruz
- Julio Padilla
En el Recinto Universitario Simón Bolívar (RUSB)
- Rigoberto López Pérez
- Tomás Borge Martínez
- Jerónimo Urbina
Centro Universitario Regional de Estelí (CUR)
- Augusto C. Sandino.
Recordar a los combatientes no es un gesto nostálgico, es un acto profundamente político, ético y transformador. Es afirmar que la sangre derramada no fue en vano, que las ideas que defendieron siguen latiendo en nuestras palabras, en nuestras luchas cotidianas y en la esperanza de un futuro más justo.
Desde la UNI, honramos la
memoria de nuestros mártires es alimentar el fuego sagrado de la revolución,
porque no hablamos solo de fechas ni de nombres grabados en piedra; hablamos de
vidas sembradas en la historia; porque los combatientes sandinistas,
estudiantes, campesinos, obreros y maestras, son parte de nuestra raíz más
profunda. Nos enseñaron que la Revolución no es un episodio del pasado, sino un
compromiso permanente.
Por eso desde las
trincheras de la educación seguimos construyendo y defendiendo la patria libre
que soñaron, y que hoy vivimos.