Con el objetivo de preservar y rescatar los conocimientos ancestrales en el uso de plantas medicinales, la UNI llevó a cabo una actividad en la que estudiantes y trabajadores participaron en la elaboración de un huerto de plantas medicinales propias de nuestro país.
Esta iniciativa busca que los participantes no solo adquieran conocimientos teóricos, sino que también se involucren de manera práctica en el cultivo de especies que, históricamente, han sido empleadas en el tratamiento de diversas enfermedades y afecciones.
Al respecto la Ing. Erika González, Especialista de Proyectos del Programa de Fuentes Alternas de Energía (PFAE) de la UNI que brindó la información a los estudiantes precisó: “el objetivo es que los estudiantes puedan conocer no sólo los beneficios de las plantas y sus características, sino el proceso de siembra y cultivo, sino también su mantenimiento y proceso de uso”
“Como estudiantes y futuros profesionales creo que cada uno de los estudiantes tienen que tener una conciencia ambiental, no sólo perfilarlo a que somos Arquitectos o Ingenieros, sino en cada persona debe de haber esta conciencia, y como universidad somos responsables de cada uno de los estudiantes a que fortalezcan ese ámbito” añadió la Ing. González facilitadora del espacio.
Durante la jornada, los participantes recibieron orientación sobre cómo preparar la tierra, plantar y cuidar especies como el tilo, la insulina, romero, albahaca, ajenjo, orégano y zacatelimón También se abordaron los usos terapéuticos de estas plantas, así como su importancia en la medicina tradicional.
Por su parte el joven Jareth Delgado, estudiante del 5to año de Ingeniería Agrícola recalcó: “me pareció importante lo que nos han impartido, viene a complementar la información que ya manejaba en la carrera sobre estas plantas, pero siempre es bueno añadir información, porque son saberes que usualmente lo escuchábamos de nuestros familiares mayores, y que tienen beneficios en nuestra salud, para disminuir el uso de medicamentos que pueden traer efectos en nuestro cuerpo a largo plazo” precisó Delgado.
El uso responsable de la medicina natural ofrece beneficios significativos, como la reducción de efectos secundarios y el acceso a tratamientos más sostenibles y asequibles. Con este huerto, los estudiantes y trabajadores no solo tienen la oportunidad de mejorar su salud, sino también de replicar estos conocimientos en sus entornos familiares y comunitarios, promoviendo prácticas de bienestar y autocuidado, que promueve nuestro buen gobierno sandinista, a través de la medicina natural y terapias complementarias que tiene el Ministerio de Salud.
Este tipo de actividades no solo impulsan prácticas saludables y sostenibles, sino que también fortalecen el sentido de identidad y pertenencia, al conectar a los participantes con prácticas que han sido transmitidas de generación en generación. Se espera que este huerto se convierta en un recurso accesible donde la comunidad universitaria pueda seguir aprendiendo y aprovechando los beneficios de las plantas medicinales.
En las próximas semanas, la universidad continuará promoviendo actividades similares, con la expectativa de fomentar un entorno en el que los saberes tradicionales y la ciencia moderna puedan coexistir para el beneficio de toda la comunidad.